miércoles, 31 de agosto de 2011

CAPÍTULO 3

Perdón por la tardanza, la verdad es que he estado un poco incomunicado este verano pero por fin, aquí esta el tercer capítulo:


3
Los rayos de  sol se asomaron por mi ventana despertándome, tenía el libro de historia abierto encima de mi pecho
-¡Mierda!- pensé- Me he  vuelto a quedar dormido mientras estudiaba, bueno… otro cero para la colección.
Me vestí, desayuné y me marché al colegio. Mis amigos estaban hablando en un corro, como siempre. Me acerqué:
-Hola!-les dije.
-Hola!- Fueron contestando mientras nos chocábamos la mano.
- Escuchad, he invitado a una amiga mañana al cine.
-Oooooh, nuestro Álex se ha enamorado- dijo Jorge, el más gracioso de todos.
- Solo es una amiga que conocí en el autobús idiota, ¿ Os importa que venga?
- A nosotros no, y menos si está buena!!!
Todos rieron, menos yo.
-Puede que a las chicas no estén de acuerdo, pregúntaselo- Dijo Iván
- Está bien, se lo comentaré en el recreo.
 Sonó el timbre y mientras nos acercábamos a la entrada le pregunté a Jorge:
-Por cierto, ¿qué película vamos a ver?
- Creo que las chicas han elegido una de amor.
-¡Otra sosería amorosa no por favor! Por lo menos espero no dormirme otra vez.
El tiempo hasta la hora del recreo pasaba lentamente. El profesor de historia, que por cierto me caía fatal, me dio el examen, yo puse el nombre y se lo entregué, ya ni se sorprendió de tantas veces que lo había hecho. Pero por fin
Después de cuatro o cinco horas, o eso me pareció a mí, llegó la hora del recreo. Me acerqué al banco donde estaban sentadas las chicas. Antes de seguir me gustaría poneros un poco al día:
Las chicas son, Belén, Raquel, Encar y Alexandra. Raquel había sido mi novia, pero lo habíamos dejado porque no congeniábamos mucho, pero continuábamos siendo buenos amigos,  ahora estaba saliendo con Jorge, estaban hechos el uno para el otro. Encar estaba saliendo con Iván, Alexandra con Ricardo y Belén con Raúl. Sí, ya lo sé yo era el único sin novia, pero no necesitaba en aquel momento, y tampoco había nadie que me gustara especialmente, al menos hasta entonces…
Estaban hablando de sus cosas ( chicos, que ropa te vas a poner el sábado) Cosas de chicas. Interrumpí la conversación:
-¡Hola chicas!
- ¡Hola!-contestaron a la vez.
Raquel me preguntó:
-¿Qué tal?
-¡Bien!, he venido a preguntaros si os importa que mañana venga al cine una amiga que acabo de conocer.
- Deberías habernos consultado antes, no vas tú solo- dijo Belén un poco enfadada, era la más atrevida de todas.
- Lo que Belén quiere decir es que no nos importa que venga-dijo Alexandra intentando calmar la situación.
- Bueno, bueno, Álex se nos ha enamorado- dijo Raquel, con aquellas palabras me había recordado a Jorge, ya os he dicho que están hechos el uno para el otro.
- Ya estáis como los chicos, solo es una amiga…-volví a repetir.
-Sí, sí y ¿Cómo se llama la afortunada?- Dijo Encar con tono irónico.
Todas rieron.
-Se llama Sofía, es nueva en la ciudad y aún no tiene amigas.
- Oooh, que penita me da- dijo Belén también irónicamente.
-Nosotras seremos sus amigas- dijo Alexandra, que era la más abierta de las cuatro.
- Vale, muchas gracias chicas.
-¡No hay de qué!
- Por cierto, mañana ¿ A qué hora hemos quedado en el cine?
- ¡8:15!- contestaron todas a la vez.
-Perfecto, ¡Hasta luego!
-Adiós
Me fui a jugar un rato a jugar al fútbol, mientras las chicas seguían su conversación.

martes, 2 de agosto de 2011

CAPÍTULO 2

2
Mi madre se asustó un poco al verme entrar.
-Pero ¿Es que quieres coger una pulmonía? ¿No sabes utilizar el paraguas?
- Tranquila mamá, no pasa nada- La verdad es que mis palabras no la tranquilizaron mucho. Subí directamente a darme un baño. Me sentó genial, lo necesitaba, después fui a mi habitación y me eché sobre la cama. Entonces me acordé que al día siguiente tenía examen de historia, me levanté rápidamente, fui hacia la bolsa y cogí el libro. No tenía ninguna gana de estudiar, pero había sacado muy mala nota en el otro examen, y en este tenía que recuperar. Abrí el libro por el tema del examen, “La 2ª Guerra Mundial” y me puse a leer. Cuando solo llevaba tres o cuatro líneas, empezó a escucharse una música a tope de volumen, las paredes retumbaban, ya que no era música clásica precisamente.
-¡Laura!-imaginé enseguida, era propio de mi hermana poner la música muy alta. Nunca se paraba a pensar si podía molestar a alguien, y ahora me estaba molestando a mí. Me acerqué a su habitación y llamé a la puerta, tuve que llamar dos veces porque no me había oído. Mi hermana me abrió la puerta con cara de pocos amigos.
-¿Que quieres renacuajo?
-¿Puedes bajar el volumen de la música? Estoy intentando estudiar.
- Pues sigue intentándolo.
-¿Porqué tienes que ser siempre tan borde conmigo?
-Y tú ¿porqué tienes que ser siempre tan petardo?
-Olvídame
-Piérdete- dijo mientras cerraba la puerta dando un portazo, al ratito el volumen de la música volvió a subir.
La voz de mi madre se escuchó desde abajo
-¿Qué pasa ahí arriba?
-Que tu hija es una borde-grité.
-No me hagáis subir.
Entré en mi habitación y cerré la puerta dando otro portazo . No me gustaba admitirlo, por eso de que somos hermanos, pero odiaba a Laura . Nunca demostraba una muestra de aprecio hacia mí . Ella tiene cinco años más que yo, y creo que siente rabia porque al nacer yo, todos se centraban en mí y ella quedó un poco olvidada(o eso es lo que dice ella), aunque yo no creo eso, le consentían hacer todo lo que quería, que si un tatuaje, que si un piercing, que si pongo la música alta . Miré el reloj, las siete y media, me agobié un poco porque todavía no había empezado a estudiar, pero no había quién se concentrara con esa música . Entonces me acordé de Sofía, saqué corriendo el móvil de mi mochila para ver si tenía alguna llamada . Nada . Me eché sobre la cama, saqué del cajón de mi mesita unos tapones, me los puse y empecé a estudiar . Estuve estudiando hasta que mi madre me llamó para cenar, me alegré porque estaba empezando a aburrirme . Cuando llegué a la cocina, toda mi familia estaba ya sentada en la mesa, me senté y sin decir palabra empecé a cenar.
-Bueno- dijo mi madre rompiendo el silencio- No le vais a contar a vuestro padre que habéis estado peleando.
-¿Otra vez? Cuántas veces os he dicho que no está bien pelear entre hermanos.
- Pero es culpa de la niñata maleducada.
-A mí no me insultes mocoso.
-Ya está bien- intentó calmarnos mi padre.
Como no tenía ganas de discutir, me excusé con el examen y subí a mi habitación, aunque no pude librarme de un “Ya hablaremos” de mi padre . Al entrar en mi habitación escuché que el móvil estaba sonando. “Sofía” pensé  y fui corriendo a cogerlo.
-¿Sí?
-¿Álex? Soy Pablo-Mi alegría se desvaneció al oír aquellas palabras.
-Ah… Pablo… ¿qué quieres?
- Solo quería preguntarte si el punto tres va para el examen
- Creo que sí
-Vale , gracias, voy a estudiar que todavía ni me lo he mirado. Hasta mañana.
- Adiós.
Nada más colgar, el teléfono  volvió a sonar.
-¿Sí?
-Hola soy Sofía, ¿está Álex?
- Sí, soy yo.
-Ah… Hola Álex, no te había conocido.
-No pasa nada, dime.
- Mira… he estado pensando y… si que me gustaría ir al cine con vosotros
Me alegré muchísimo al oír aquello
-Perfecto, el sábado a las 7:30 pasaré a por ti ¿Dónde vives?
- En la calle Mayor número 43, al lado del supermercado.
- De acuerdo.
De repente oí  a alguien con una voz grave y potente que le decía a Sofía.
-¿Con quién estás hablando?
- Con nadie papá- y enseguida me dijo en voz bajita- Lo siento, tengo que colgar, adiós.
-Adiós
Me senté en la cama y me quede un rato pensando…enseguida me acordé del examen, cogí el libro y me puse a estudiar.